Gestación teatral.
Nuestra imaginación, en combinación con la creatividad de nuestras realidades, nos transporta a través del túnel del tiempo hasta descubrirnos en un pasado de huellas casi desvanecidas, un pasado que nos coloca en una cueva iluminada escasamente por la luz que penetra desde el exterior, que nos permite ponernos en contacto con nuestros antepasados y mirar las pinturas rupestres que ornamentan sus paredes. Unas imágenes reveladoras de una naciente invención dramática reflejada en los dibujos: de sus cacerías, sus pescas, sus transformaciones al disfrazarse con las pieles que obtenían de los animales, sus rituales mágicos-religiosos, sus vidas… decidimos entonces salir al exterior a encontrarnos con nuestros antepasados, en un escenario inmenso y realista, y los veremos enfrentados a la dadivosa, y a la vez hostil, naturaleza de la cual sentían ser una pequeña parte. Sintiendo la necesidad de comunicarse con ella y sus elementos como: la lluvia, el sol, los truenos, el viento, algunos animales, el mar… la vida. Intentando también una comunicación con sus semejantes, para exigir o rechazar algo, para pedir ayuda, para expresar sus miedos, alegrías o afectos. Emociones… cada una diferente de la otra. Entonces los veremos comunicándose usando la voz que, transmitiría sus mensajes por medio de las modulaciones de timbre y volumen, los pies, la expresión de sus rostros, las manos; utilizando todo su ser. Todos estos elementos y códigos basados en la voz, el movimiento y los gestos, forman parte del múltiple lenguaje del teatro, evidentemente, que toda esta comunicación todavía no era teatro, ni siquiera teatralidad: Que es una serie de manipulaciones que se producen en un hecho concreto para poner en relación un espacio ficcional con otro real; poseyendo el primero los requisitos que establecerán dicha relación de forma convencional; estando ocupado el segundo por un grupo de receptores dispuestos a aceptar dicha relación. Estableciéndose una comunicación especial entre receptores y emisores cuyo código es el resultado de las manifestadas manipulaciones.
Esa primitiva ficción dramática que podemos visualizar en nuestros antepasados en el modo de ritualizar los preparativos del trabajo, los agradecimientos o peticiones a los dioses o elementos de la naturaleza y las celebraciones de éxitos que realizaban. Al untarse de oloroso cebo, revestirse con una sofisticada piel para disfrazarse de animal en el primer caso, demuestran como el hombre engañaba al rumiante interpretando un primer papel por el que cobraba, cueros y carnes. Después con su ancestral culto arribaría a la ceremonia del despiece. A lo largo del tiempo nuestros antepasados conforman ceremonias, formas de expresión primitiva y ritos donde aparecen los primeros gérmenes de la teatralidad, surgiendo las pinceladas de la gestación del teatro, de las dramatizaciones rituales o actos religiosos. En los cuales podríamos decir que surgió el que podemos considerar como el primer actor a quien llamaban Chamán: mago, sacerdote y hechicero; personaje con cualidades especiales entre las cuales podemos mencionar la de curar, el Chamán debía tener desde nociones de pantomima, el arte de fingir desmayos, vómitos, simulación de crisis nerviosas y un sinfín de trucos hasta tener conocimientos de prestidigitación. Vemos entonces como estos personajes exigían una preparación como la de cualquier actor, la única diferencia era que estas prácticas no eran artísticas si no existencialistas, pasando entonces la persona por curar a ser el segundo actor y los demás miembros de la comunidad eran los otros actores del espectáculo.
Podemos entonces decir que el teatro fue gestado por nuestros antepasados mediante las dramatizaciones rituales mágico-religiosas que celebraban para la preparación del trabajo, agradecimientos o peticiones a los dioses o la naturaleza y las celebraciones de éxitos a las cuales les impregnaban todos los elementos o códigos del múltiple lenguaje del teatro basados en el movimiento, la voz y los gestos.
