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jueves, 30 de abril de 2015

El “Gran Soberano” Don Iván García Guerra.

El Gran Soberano es el máximo galardón que se entrega dentro de los premios Soberano, es un tributo o distinción con el que ACROARTE honra la vida artística o la trayectoria de un artista a través de los años, combinado con su desempeño durante el año que precede a la fecha en que se lleva a cabo la evaluación en la cual se elige al próximo homenajeado. Es el punto cumbre de la ceremonia de premiación, con el que usualmente se clausura la misma. En mi humilde opinión, dicho premio debería ser un homenaje a los años de trabajo y aportes al arte y la cultura del/la artista, independientemente de cuan activo(a) se encuentre en los tiempos actuales, exceptuando el caso en que un artista haya logrado algo en extremo superior a los parámetros convencionales. Por primera vez en tantos años dicho trofeo se le entrega a un artista del área de teatro, uno de los más grandes artistas de nuestra rama, como lo es el Gran Soberano don Iván GarcíaGuerra: actor, director, dramaturgo, poeta y maestro, quien precisamente en este año 2015 se encuentra celebrando su 60 aniversario en las tablas, en el arte y en la inmensurable entrega de sus aportes a la sociedad. Aportes que en ocasiones han sido sinónimos de proezas heroicas como: la realización de representaciones durante la Era de Trujillo, en contra del régimen; su participación activa en la gesta del 24 de abril del 65; y, su firme oposición a la intervención norteamericana que siguió a aquel estallido social ocurrido en nuestra tierra.
Para reconocer a don Iván García Guerra como el Gran Soberano no hacen falta premios, reconocimientos, placas o estatuillas, lo que hace falta es que nuestros estamentos culturales, educacionales y/o gubernamentales busquen la forma de que nuestro país, dígase a través de las escuelas, colegios y medios de comunicación, conozcan y reconozcan figuras de la talla del maestro Iván, que no solo los que fuimos sus alumnos, los que son, los que hacemos teatro,
los que ven teatro y alguno que otro poeta y/o gestor cultural le conozcamos y valoremos, que no tengan que hacer o sobresalir fuera del país para que le sea reconocida su valía. Nuestra patria, nuestra juventud, nuestro pueblo, nuestros barrios, nuestros ciudadanos, todos los dominicanos, necesitamos figuras que sirvan de ejemplo, dignos  de admiración, por sus buenas acciones, trabajos, dedicación y amantes y defensores verdaderos de la patria. En nuestro suelo  tenemos otros héroes prácticamente anónimos para muchos de nuestros compatriotas como hasta hace algún tiempo, de manera incomprensible, lo fue el maestro don Iván.

Qué bueno que por fin el teatro ha sido reconocido a través de esta gran personalidad, pero sobre todo que bendición que al Gran Soberano don Iván García Guerra se le reconociera con una estatuilla que representa simbólicamente este título, rango o denominación de Gran Soberano, que hace años ya lo tiene bien merecido. La mayoría, si no todos los que nos dedicamos a hacer teatro, nos place, honra y llena de orgullo que esta estatuilla se le entregara por primera vez a un artista del teatro y la actuación, alguien que nos representa y nos valoriza por su estatura de artista, compañero, amigo, maestro y ser humano.
Felicidades maestro Gran Soberano don Iván García Guerra. Que el Todopoderoso siga colmándolo de bendiciones y que sus imborrables huellas plasmadas en las tablas sigan sirviéndonos de inspiración a todos los teatristas y artistas de nuestra inmensa isla quisqueyana. ¡Que viva el teatro dominicano!