El el primer cuadro aparece Lizzie
limpiando su apartamento. Tocan a la puerta y ella se acerca al baño para advertir
a quien se encuentra dentro que no salga, pues ella abrirá la puerta de la sala.
Recibe la visita de el negro quien ruega a Lizzie que por favor diga la verdad
acerca de lo que sucedió en el tren. Ella dice que no quiere verse involucrada
en asuntos de la justicia pero al final le asegura que si el juez la llama a
testificar ella dirá la verdad. El negro sale del apartamento. Ella indica a
quien está en el baño que ya puede salir. Fred sale del baño y le pregunta a Lizzie
sobre quien había tocado la puerta, ella responde que nadie. Comienza un diálogo
lleno de perspicacia entre los dos. Hablan de la noche anterior, luego discuten
acaloradamente por el precio de los servicios de ella, Fred quiere darle diez
dólares y ella los rechaza y le arma un escándalo hasta que él accede a darle
veinte dólares. Lizzie tampoco quiere aceptar la nueva oferta de Fred, este
cambia de tema y le pregunta si ella es la chica a la cual un negro intentó
violar en el tren. Ella aclara irónicamente que nadie ha intentado violarla y le
pregunta quién le contó el suceso. Él asegura que un tal Wester se lo dijo y
que toda la ciudad lo está comentando e insiste en preguntarle si en verdad
sucedió como todos dicen. Ella lo niega y cuenta que en realidad fueron los
cuatro hombres blancos quienes llegaron borrachos al compartimiento donde ella
y los negros estaban. Comenzaron a molestarla y a querer sacar a los pasajeros
negros del vagón, estos se resistieron y uno de ellos propinó un puñetazo a uno
de los blancos, este último sacó una pistola y lo mató de un disparo, el otro
negro saltó del tren en la próxima estación. Fred quiere saber si ella dirá esa
versión ante el juez, ella responde que no desea tener ninguna relación con ese
caso ni con la justicia pero si ella tiene que ir ante un juez entonces dirá la
verdad. Fred intenta convencerla de que ella tiene que defender al hombre
blanco, porque es de su raza, porque ese negro nada vale y en aquella ciudad ya
son 20 mil los negros y 17 mil blancos, por lo cual ellos tienen que tomar precauciones
para defender su raza. Lizzie insiste en que debe decir la verdad y él le
confiesa que su padre es el senador Clarke, que el blanco que mató al hombre
negro en el tren es su primo Tomás y que ella debe salvarlo de ese problema
porque él si es una persona importante, con dinero y empleados pero ese negro
nada tiene y a nadie importa.
Llaman a la puerta de Lizzie y
advierten que es la policía. Lizzie se alarma y pretende esconder a Fred, más,
pronto se da cuenta que los policías forman parte del plan de Fred. John y
James son policías amigos de Fred, entre todos quieren convencerla de que firme
una declaración en la que se narra la versión de que el negro es el culpable de
intentar violarla. Fred le ofrece quinientos dólares pero ella no acepta la
oferta. Vuelven a discutir acaloradamente y luego de insultos y amenazas aparece
en escena el senador Clarke quien interviene en la discusión y trata a Lizzie
con amabilidad. Utiliza artimañas verbales y cuenta a Lizzie de lo mal que se
sentirá su hermana Mary, madre de Tomás, al enterarse de que perderá a su hijo
porque este irá a prisión. El senador logra conmover a Lizzie y con algunos
trucos consigue que ella firme el papel de la declaración. Luego todos salen de
escena dejando a Lizzie sola en su apartamento quien inmediatamente se muestra
arrepentida de haber firmado la falsa declaración y le grita al senador que
rompa el papel porque ella no lo quiere hacer. Ella cierra la puerta y se pone
a llorar desconsoladamente. Fin del primer cuadro.
El segundo cuadro inicia con el mismo
escenario, el apartamento de Lizzie, las ventanas abiertas dejan ver que es de
noche, se escucha mucho ruido y voces provenientes de las calles de la ciudad. El
negro aparece por la ventana y salta dentro del apartamento, cuando llega al
centro del escenario se escuchan toques en la puerta, el negro se asusta y se
esconde detrás de unas cortinas. Lizzie sale del baño y abre la puerta, el
senador ha ido a agradecerle el haber firmado y le entrega un sobre que su
hermana Mary le envió, ella lo abre y ve que son cien dólares pero no tiene
nota de agradecimiento ni foto autografiada como Lizzie esperaba. Ella se
muestra disgustada pero al final sabe que no es mucho lo que puede hacer para
revertir lo hecho. El senador sale de escena. Lizzie estruja el dinero y se
sienta a llorar su frustración. El negro sale de su escondite y le pide a
Lizzie que lo esconda, ella se niega, los ruidos en el exterior se incrementan,
el negro le dice a Lizzie que la cacería ha comenzado y que en el apartamento
de ella no lo buscarán pero que si lo encuentran en cualquier lado lo van a
quemar vivo echándole gasolina. Ella le pregunta si él sabe quien ha provocado
que lo busquen así, él responde que no, ella responde que ha sido ella quien
accedió a acusarlo, él pregunta el porqué, ella misma dice no saber la
respuesta. Tocan a la puerta y ella esconde al negro en el baño antes de
abrirla. Una patrulla de guardias anda requisando todos los apartamentos de la
zona pues saben que el negro se esconde por esos lados. Ella se identifica y
les hace saber que allá es el último lugar donde deberían estar. Los guardias
se retiran. El negro sale del baño asustado. Ella dice que él tiene que
defenderse y le ofrece un revólver para que mate a quien intente aprehenderlo,
el negro responde que no, que él no puede matar a un blanco, ella dice que lo
hará por ella misma. Vuelven a tocar en la puerta y el negro corre a esconderse
en el baño. Fred llega al apartamento de Lizzie acusándola de ser el diablo. Le
pregunta que clase de maleficio le ha echado para que él no deje de pensar en
ella ni un instante. Le cuenta que atraparon a un negro, que era el negro
equivocado pero que al final lo lincharon de todos modos, que no dejaba de
pensar en Lizzie y tuvo que correr hasta ella. Un ruido en el baño advierte a
Fred de que ellos no están solos, Lizzie dice que es un cliente pero Fred dice
que ella ya no tendrá más clientes sino que será solo de él. Se dirige al baño
y abre la puerta, descubre al negro, Lizzie dice que no le dispare, que ella lo
esconde porque quieren hacerle daño y él es inocente. Fred intenta sacar su
arma para dispararle al negro quien lo
empuja y sale corriendo del apartamento. Fred sale detrás del negro, se
escuchan dos disparos, Lizzie toma el revólver de la mesa, Fred regresa y arroja
el suyo. Lizzie le pregunta si ha matado al negro y le apunta con el revólver,
él intenta convencerla para luego echarle en cara que ella no es nadie para
atreverse a disparar en contra de un hombre de su clase, le pide el revólver y
Lizzie se lo entrega, él lo pone en su bolsillo. Le promete que la mudará con
lujos, sirvientes y comodidades, que le dará mucho dinero pero que ella tendrá
que complacerle todos sus caprichos. Fred le pregunta a Lizzie si había dicho
la verdad cuando dijo que él la había hecho gozar, Lizzie responde cansada con
un sí, él dice que todo ha vuelto al orden y se presenta a Lizzie diciendo su
nombre. fin de la obra.
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