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viernes, 30 de mayo de 2014

La Mujerzuela Respetuosa, de Jean Paul Sartre.

El el primer cuadro aparece Lizzie limpiando su apartamento. Tocan a la puerta y ella se acerca al baño para advertir a quien se encuentra dentro que no salga, pues ella abrirá la puerta de la sala. Recibe la visita de el negro quien ruega a Lizzie que por favor diga la verdad acerca de lo que sucedió en el tren. Ella dice que no quiere verse involucrada en asuntos de la justicia pero al final le asegura que si el juez la llama a testificar ella dirá la verdad. El negro sale del apartamento. Ella indica a quien está en el baño que ya puede salir. Fred sale del baño y le pregunta a Lizzie sobre quien había tocado la puerta, ella responde que nadie. Comienza un diálogo lleno de perspicacia entre los dos. Hablan de la noche anterior, luego discuten acaloradamente por el precio de los servicios de ella, Fred quiere darle diez dólares y ella los rechaza y le arma un escándalo hasta que él accede a darle veinte dólares. Lizzie tampoco quiere aceptar la nueva oferta de Fred, este cambia de tema y le pregunta si ella es la chica a la cual un negro intentó violar en el tren. Ella aclara irónicamente que nadie ha intentado violarla y le pregunta quién le contó el suceso. Él asegura que un tal Wester se lo dijo y que toda la ciudad lo está comentando e insiste en preguntarle si en verdad sucedió como todos dicen. Ella lo niega y cuenta que en realidad fueron los cuatro hombres blancos quienes llegaron borrachos al compartimiento donde ella y los negros estaban. Comenzaron a molestarla y a querer sacar a los pasajeros negros del vagón, estos se resistieron y uno de ellos propinó un puñetazo a uno de los blancos, este último sacó una pistola y lo mató de un disparo, el otro negro saltó del tren en la próxima estación. Fred quiere saber si ella dirá esa versión ante el juez, ella responde que no desea tener ninguna relación con ese caso ni con la justicia pero si ella tiene que ir ante un juez entonces dirá la verdad. Fred intenta convencerla de que ella tiene que defender al hombre blanco, porque es de su raza, porque ese negro nada vale y en aquella ciudad ya son 20 mil los negros y 17 mil blancos, por lo cual ellos tienen que tomar precauciones para defender su raza. Lizzie insiste en que debe decir la verdad y él le confiesa que su padre es el senador Clarke, que el blanco que mató al hombre negro en el tren es su primo Tomás y que ella debe salvarlo de ese problema porque él si es una persona importante, con dinero y empleados pero ese negro nada tiene y a nadie importa.
Llaman a la puerta de Lizzie y advierten que es la policía. Lizzie se alarma y pretende esconder a Fred, más, pronto se da cuenta que los policías forman parte del plan de Fred. John y James son policías amigos de Fred, entre todos quieren convencerla de que firme una declaración en la que se narra la versión de que el negro es el culpable de intentar violarla. Fred le ofrece quinientos dólares pero ella no acepta la oferta. Vuelven a discutir acaloradamente y luego de insultos y amenazas aparece en escena el senador Clarke quien interviene en la discusión y trata a Lizzie con amabilidad. Utiliza artimañas verbales y cuenta a Lizzie de lo mal que se sentirá su hermana Mary, madre de Tomás, al enterarse de que perderá a su hijo porque este irá a prisión. El senador logra conmover a Lizzie y con algunos trucos consigue que ella firme el papel de la declaración. Luego todos salen de escena dejando a Lizzie sola en su apartamento quien inmediatamente se muestra arrepentida de haber firmado la falsa declaración y le grita al senador que rompa el papel porque ella no lo quiere hacer. Ella cierra la puerta y se pone a llorar desconsoladamente. Fin del primer cuadro.
El segundo cuadro inicia con el mismo escenario, el apartamento de Lizzie, las ventanas abiertas dejan ver que es de noche, se escucha mucho ruido y voces provenientes de las calles de la ciudad. El negro aparece por la ventana y salta dentro del apartamento, cuando llega al centro del escenario se escuchan toques en la puerta, el negro se asusta y se esconde detrás de unas cortinas. Lizzie sale del baño y abre la puerta, el senador ha ido a agradecerle el haber firmado y le entrega un sobre que su hermana Mary le envió, ella lo abre y ve que son cien dólares pero no tiene nota de agradecimiento ni foto autografiada como Lizzie esperaba. Ella se muestra disgustada pero al final sabe que no es mucho lo que puede hacer para revertir lo hecho. El senador sale de escena. Lizzie estruja el dinero y se sienta a llorar su frustración. El negro sale de su escondite y le pide a Lizzie que lo esconda, ella se niega, los ruidos en el exterior se incrementan, el negro le dice a Lizzie que la cacería ha comenzado y que en el apartamento de ella no lo buscarán pero que si lo encuentran en cualquier lado lo van a quemar vivo echándole gasolina. Ella le pregunta si él sabe quien ha provocado que lo busquen así, él responde que no, ella responde que ha sido ella quien accedió a acusarlo, él pregunta el porqué, ella misma dice no saber la respuesta. Tocan a la puerta y ella esconde al negro en el baño antes de abrirla. Una patrulla de guardias anda requisando todos los apartamentos de la zona pues saben que el negro se esconde por esos lados. Ella se identifica y les hace saber que allá es el último lugar donde deberían estar. Los guardias se retiran. El negro sale del baño asustado. Ella dice que él tiene que defenderse y le ofrece un revólver para que mate a quien intente aprehenderlo, el negro responde que no, que él no puede matar a un blanco, ella dice que lo hará por ella misma. Vuelven a tocar en la puerta y el negro corre a esconderse en el baño. Fred llega al apartamento de Lizzie acusándola de ser el diablo. Le pregunta que clase de maleficio le ha echado para que él no deje de pensar en ella ni un instante. Le cuenta que atraparon a un negro, que era el negro equivocado pero que al final lo lincharon de todos modos, que no dejaba de pensar en Lizzie y tuvo que correr hasta ella. Un ruido en el baño advierte a Fred de que ellos no están solos, Lizzie dice que es un cliente pero Fred dice que ella ya no tendrá más clientes sino que será solo de él. Se dirige al baño y abre la puerta, descubre al negro, Lizzie dice que no le dispare, que ella lo esconde porque quieren hacerle daño y él es inocente. Fred intenta sacar su arma para dispararle al negro  quien lo empuja y sale corriendo del apartamento. Fred sale detrás del negro, se escuchan dos disparos, Lizzie toma el revólver de la mesa, Fred regresa y arroja el suyo. Lizzie le pregunta si ha matado al negro y le apunta con el revólver, él intenta convencerla para luego echarle en cara que ella no es nadie para atreverse a disparar en contra de un hombre de su clase, le pide el revólver y Lizzie se lo entrega, él lo pone en su bolsillo. Le promete que la mudará con lujos, sirvientes y comodidades, que le dará mucho dinero pero que ella tendrá que complacerle todos sus caprichos. Fred le pregunta a Lizzie si había dicho la verdad cuando dijo que él la había hecho gozar, Lizzie responde cansada con un sí, él dice que todo ha vuelto al orden y se presenta a Lizzie diciendo su nombre. fin de la obra.

Autor: Jean Paul Sartre. Nació en París, Francia el 21 de junio de 1905 y murió el 15 de abril de 1980. Filósofo y escritor. Esta obra fue estrenada en 1946 y en ella rejleja el nivel de discriminación racial que se vivía en los Estados Unidos de la época. Todo está contenido en un solo acto que se divide en dos cuadros y múltiples escenas. Los personajes son: Lizzie, prostituta; Fred, hijo del senador Clarke; el negro, acusado falsamente de querer violar a Lizzy; el senador Clarke; los policías John y James, amigos de Fred; tres guardias.

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