El tema de la desnudez en el arte nació con el arte mismo.
Las censuras y reacciones concitadas dentro del ámbito social, por obras como: La “Maja
desnuda”, de Goya; el “David”, de Miguel Ángel y las “Figuras del Juicio
Final”, en la Capilla Sixtina, del mismo autor; “Two Nude Standing” (Dos
desnudos de pie), de Félix Jacques, entre muchas otras, son una clara evidencia
del efecto producido por el desnudo en la humanidad.
He escuchado de algunas personas, incluso de amigos, que creen,
que el desnudarse en escena: teatro, cine o televisión, los hace verdaderos
actores o actrices. Argumentan que estos tipos de desnudos son artísticos… estéticos. Mi planteamiento con respecto al
tema es diferente. No creo que los años de estudios y preparación, los años de
experiencia, la entrega, la disciplina en el trabajo, la responsabilidad, las
técnicas aprendidas y utilizadas, más el talento que una actriz o actor posee,
puedan ser calificados profesionalmente por el hecho de desnudarse, o no, en
una obra, película o escena. Respeto a todo aquel que lo hace, porque esa es su
posición y allí no nos debemos inmiscuir, entiendo, porque he visto desnudos artísticos
delicados, que no llegan a la morbosidad ni son “traídos por los pelos”, sin
una justificación. Mis respeto a todo el que ha logrado esto, pero creo que
cada cual tiene su propia convicción, su propia opinión, su propia decisión, ya
sea por creencia religiosa o no, principios personales, forma de pensar y verlo
desde su punto de vista, por un criterio
personal… porque consideran que sus cuerpos son sus templos y deben cuidarlos
como tales. También he visto muchas actrices desnudarse y ser lo único que hagan
en las tablas o en las pantallas, porque sus actuaciones solo se limitaron al desnudo,
sin poder hacer nada más durante las mismas, faltándoles lo esencial para
llevar a cabo, presentar al público, un trabajo verdaderamente profesional. Lo
que sí puedo decir es que sin desnudarse hay actores y actrices que garantizan su
participación, en el momento de representar cualquier personaje. Ahora, sí sé,
que con tanta tecnología moderna y experiencia acumulada que tiene el cine, no
es verdad que ninguna producción se dará el lujo de perder una gran
interpretación, por un simple desnudo, teniendo a mano todos los recursos para
lograr una escena, ya sea con efectos tecnológicos o utilizando un doble. Creo que
hay de todo para todos. Hay actores que no creen que sus templos lo tengan que
poner a disposición del público, y desde mí óptica y gusto personal, me encanta
el arte sugerente. He visto escenas de películas, donde nunca se han presentado
los cuerpos desnudos al momento de hacer el amor, donde se hacen tomas de las
manos, los pies o el rostro solamente, realizando una acción sugerente, y han
llegado al colmo de la sutileza y sensibilidad del amor puro, verdadero y
limpio.
Antes de juzgar si alguien es menos actor o actriz por su posición
ante el desnudo, creo que debemos empezar, por medir sus conocimientos, su
preparación, sus capacidades actorales, y de interpretación. Dejar de juzgar
por lo que el otro hace o deja de hacer, lo mejor es respetar la opinión,
posición, convicción y criterio personal de cada cual.
Cuando aprendamos a ver y respetar lo que hizo el otro y
hacer una crítica verdaderamente artística, sin exponer nuestras preferencias personales
y dejando aflorar la neutralidad, empezaremos a generar cambios en nuestro arte
en sentido general.