En
el marco del 3er festival nacional de teatro, disfruté anoche de la obra “Al
otro lado del mar”, la cual fue
interpretada por los actores Karina Noble y Víctor Pinales, bajo la
dirección del cubano Raúl Martí Ríos. El texto de la misma es de la autoría de Jorgelina
Cerritos. Cuando utilizo el verbo disfrutar es porque en realidad fue así.
Disfruté porque me gustó la puesta en escena. Fue muy emotiva. Quedé con algunas
interrogantes e inquietudes de algunos detalles y situaciones que deseo
compartir con ustedes a modo de opinión personal.
Me gustó el texto, la
escenografía contiene buenos recursos, aunque creo que el tipo de montaje le
daba la oportunidad de jugar y crear una atmósfera más de playa, de mar, como
el encantador recurso de la arena, que fue muy bien utilizado. El fondo que más
me hizo penetrar la atmósfera del momento fue el del atardecer, al morir el
día, cuando el sol se va para salir del otro lado del mar. La utilería, según
mi parecer, fue justa y estrictamente lo necesario, manejada correctamente. En
lo que al vestuario se refiere, muy adecuado para los personajes de este drama,
los definía, resaltando sus caracteres. Las
luces ambientaron cada atmósfera, ubicándome cómodamente en cada tiempo y
situación; los efectos y musicalización fueron los transportadores que complementaron
esa sensación de realidad, tan cautivante. Sobre todo el sonido del mar que lo
envolvía todo. El manejo del cuerpo, coreografía o expresión corporal la sentí
adecuada para cada uno de los personajes, en un momento sentí que Dorotea (Karina)
repitió de forma continua un movimiento que contrastaba con la coreografía tan
variada y fluida que se ejecutó durante toda la obra. En lo que actuación o
interpretación se refiere, en algunos momentos sentí el texto más recitado que
dialogado. Aunque a lo mejor era esta la idea del montaje. Desde mi punto de
vista personal: me pareció un buen montaje, me comunicaron, me contaron y me
hicieron creer la historia de Dorotea y Pescador Del Mar.
Una amiga y compañera
de teatro me preguntó ¿Por qué tú montarías una obra así? No le respondí en el
momento porque estaba ensimismada en la obra, porque tenía varias cosas que
decir y porque no quería perderme algún detalle. Pues yo montaría una obra así
porque creo que tiene muchos recursos: un contenido textual cargado de
imágenes, con lo cual puedes transmitir mensajes; que hay muchas Doroteas por
ahí que pueden amargar sus existencias, dejándolas vacías y perder los detalles
bonitos de la vida por uno o dos hechos
que le marcaron sus vidas; muchos Pescador Del Mar que les hace falta un
documento para tener un nombre, una edad, un domicilio, una identidad, para
lograr obtener las cosas simples, sencillas y bonitas de la vida; y que hay
tantas formas, maneras distintas de decir las cosas, sin tener que recurrir a
un diálogo eternamente repetitivo, ni más realista. Me pareció un buen montaje,
con buen ritmo, cargado de dramatismo con pisca de humor y en momentos lo vi rozar
la ternura. Felicidades a Karina, Víctor y Raúl por crear un montaje digno y
gracias por hacer buen teatro.